Bailar en el caos


Dentro del caos el guerrero emocional baila, las batallas son mundanas.
El guerrero baila en el espectro, crece, se achica, se ilumina y se oscurece, se llena y se vacía dentro del espectro. El guerrero emocional baila. La emoción inunda el espectro y el guerrero baila para no ahogar su espíritu. El espíritu es el espectro de su esencia más profunda, una parte del caos, una parte que se identifica y baila. El baile mundano busca al guerrero, baila para identificar su espíritu dentro del espectro emocional. Entonces. ¿Por qué no bailas? Repito... ¿Por qué no bailas? Si no se libera la emoción y no se percibe al espectro, el espíritu no se identifica, y el guerrero no baila. Solo abunda el caos. El espectro se vuelve oscuridad constante ante el ojo mundano, solo en la oscuridad el espíritu no se identifica y abunda el miedo. Porque el miedo es mundano y el guerrero aún no recuerda como bailar. La batalla más grande es romper con lo mundano, hacer al miedo parte del espectro y bailar con el . Tal vez ese es el comienzo del baile, el primer contacto con el espíritu y el renacer del guerrero.

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