Transmutar el abrazo: sombra, vida y muerte.

 La sombra, nuestro eterno depredador o nuestra parte olvidada?

Un depredador desesperado en la distorsión del ser.

Podría mirar al sol, encandilado, y solo confiar en mirar al frente?

Mi ser quedaría sesgado si no miro a un costado, atrás, y a mi entorno.

Si no veo mi sombra y las otras, no vería gran parte de mí.

Mi sombra, mi eterna acompañante en estos pies, quedaría desolada, hambrienta de ser.

Polarizándome con sus rasgos, su instinto por la supervivencia, capaz de todo.

Vivo constantemente mirando al sol y cuando no puedo, en una constante oscuridad.

Porque hasta el sol pareciera poder dañarme, cuando en realidad me abraza.

He sido sombra y olvide al sol, por eso a veces le temo.

He mirado tanto al sol que olvide mi sombra, hasta desesperarla por sobrevivir.

Si no veo mi sombra al sol, no puedo ser.

Pido disculpas a mi sombra por haberla olvidado cuando me protegía.

Pido disculpas a mi sol por haberle olvidado mientras me guiaba.

He sido la ilusión ciega de querer ser el sol.

He sido la sombra en su estado de supervivencia más alto.

Hoy pido perdón a mi ser, a la ausencia del abrazo de mi sol y mi sombra.

Hoy puedo transmutar, bailar en un abrazo eterno, hacer del caos mi hogar, mi ser.

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